La asistencia comunitaria como herramienta fundamental en la prevención del suicidio

Desde el Centro de Asistencia al Suicida insistimos en que cualquiera tiene la capacidad de asistir a una persona en crisis emocional o con pensamientos suicidas. Incluso cuando no se cuenta con ninguna formación previa, el hecho de que alguien se preocupe genuinamente por el otro y que el otro note esta preocupación ya es una ayuda que, para quien está atravesando una crisis, podría resultar invalorable. Sin embargo, esta asistencia bien intencionada podría ser mucho más útil y eficiente si tenemos en cuenta unas pocas pautas básicas que se pueden consultar en nuestra página de recursos para la prevención.
La asistencia brindada por familiares, amigos, compañeros o allegados, en ningún caso reemplaza a la ayuda profesional, pero podría ser tanto o más importante que esta en la recuperación de una persona con pensamientos suicidas. En primer lugar, esta asistencia que llamamos “comunitaria” podría estar más cerca o ser más accesible en el momento de la crisis. La situación es similar a cualquier otra emergencia: aunque existen profesionales capacitados y entrenados para ayudar en todas las circunstancias, quienes realmente pueden prestar los primeros auxilios son aquellos que están más cerca en el momento en que se los necesita. Como en el resto de las emergencias, si estas personas que circunstancialmente se encuentran en posición de poder ayudar cuentan con una preparación mínima, la ayuda resultará mucho más eficiente. Por ejemplo, si una persona está perdiendo mucha sangre o deja de respirar podría ser de vital importancia que haya alguien cerca y que conozca las técnicas básicas de primeros auxilios, aunque no sea profesional. La asistencia a personas que atraviesan crisis emocionales también requiere además de la presencia, de una preparación mínima, y al igual que ocurre en los ejemplos anteriores, esta preparación puede salvar vidas.
En el caso particular de las crisis emocionales se suma un elemento más: aunque se pudiera acceder rápidamente a la ayuda profesional, esta resultaría mucho más eficiente cuando el entorno contiene y acompaña. Las personas que después de una crisis emocional profunda o un intento de suicidio reciben ayuda médica o asistencia psicológica, deben retomar sus vidas al tiempo que revisan y re-elaboran las circunstancias y los pensamientos que las llevaron a la situación crítica. En este proceso de recuperación, la contención y el acompañamiento del entorno es fundamental para evitar recaídas o nuevos intentos de suicidio. Por todo esto, desde el Centro de Asistencia al Suicida insistimos permanentemente en la difusión; para que más personas estén mejor preparadas para asistir asistir emocionalmente a sus seres queridos y a sus contactos más cercanos. Estamos convencidos de que solo así se podrá construir una red comunitaria de contención emocional en la que todos estemos más seguros frente al peligro del suicidio. Y, por supuesto, también ofrecemos nuestra línea de asistencia al suicida como parte de esta red que, necesariamente, deberá ser mucho más amplia.
Las opiniones vertidas en estas notas no necesariamente reflejan posturas oficiales del Centro de Asistencia al Suicida y se publican bajo exclusiva responsabilidad de sus autores.