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Incomunicación y sufrimiento en la carta de la adolescente suicida de la plata


Todos los años mueren a causa de suicidio cerca de 900 adolescentes en Argentina y son miles los que lo intentan. De vez en cuando, por la espectacularidad del hecho, un episodio llega a los medios masivos. Este es el caso de la adolescente de 15 años que intentó suicidarse frente a sus compañeros en una escuela de La Plata.

Nos interesan estos casos, no por la curiosidad morbosa de conocer los detalles sino por lo que podamos aprender de ellos y lo que podamos mostrar, siempre en función de la prevención de futuros casos.

Nuestra intención en esto tampoco es la de revisar lo que se hizo para buscar responsables. Entendemos que nadie buscaba o esperaba este desenlace por lo que, seguramente, cada uno hizo lo mejor que supo o pudo. Pero estamos convencidos de que saber más y poder hacer más puede prevenir nuevos intentos de suicidio.

Lo primero que debemos señalar es el acceso a armas de fuego por parte de adolescentes. No estamos diciendo que una mayor seguridad en este sentido necesariamente evite un suicidio. Mientras persista en el suicida la idea y la decisión de hacerlo, siempre podrá encontrar otros medios, pero el fácil acceso a algunos medios de suicidio como medicamentos, venenos o armas puede reforzar la idea y precipitar la decisión. Por otra parte, la experiencia nos indica que las crisis suicidas no duran para siempre. El hecho de no contar con el medio elegido en el momento de crisis puede aplazar definitivamente una decisión.

Todos los casos de suicidio son diferentes, del mismo modo en que somos diferentes todos nosotros, pero hay algunos factores comunes que seguimos encontrando en todas las personas con pensamientos suicidas. Todas manifiestan sentir un sufrimiento profundo, y todas se sienten de algún modo aisladas; sienten que nadie las comprende, que nadie las quiere o que a nadie le importan sus vidas.

El sufrimiento es propio de la condición humana y en ese sentido es inevitable, pero el sufrimiento profundo esta relacionado también con la imposibilidad de expresarlo.

Las redes sociales anónimas o los perfiles anónimos en las redes tradicionales sirven a muchos adolescentes como canal válido para expresar aquellos sentimientos que la sociedad les censura. Estos canales no son la causa sino el síntoma de la incomunicación social y, tal vez, a muchos adolescentes les sirvan para desahogarse y sentirse un poco menos solos. Pero, por su carácter anárquico, no podemos esperar de ellos que sean siempre una red de contención adecuada. Somos nosotros como comunidad los que debemos brindar esa red, escuchando sin desvalorizar y sin juzgar, expresando nuestro interés y nuestra preocupación por el otro.

Sabemos que no todos los casos de suicidio son evitables, que el suicidio es, en última instancia, una decisión de otro; pero estamos convencidos de que si estamos más atentos, si sabemos escuchar, si cultivamos la fraternidad y el cuidado mutuo como valores, muchos adolescentes elegirán no suicidarse.

Para más información sobre cómo comunicarse con una persona con ideación suicida vea nuestro apartado: Usted puede prevenir un suicidio.

También puede encontrar en esta página mayor información sobre Prevención del suicidio en la escuela y Tratamiento del suicidio en los medios de comunicación.

Y por supuesto, en todos los casos en que sea necesario, puede utilizar nuestra Línea de prevención del suicidio.

Las opiniones vertidas en estas notas no necesariamente reflejan posturas oficiales del Centro de Asistencia al Suicida y se publican bajo exclusiva responsabilidad de sus autor.


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