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Foto del escritorCAS Buenos Aires

La asistencia en situaciones de duelo


La balsa de la medusa

"La balsa de la Medusa"

Oleo de Théodore Géricault donde quedan retratadas muchas de las emociones humanas que comúnmente sobrevienen frente un duelo.

En el mes de Mayo, el Centro de Asistencia al Suicida tuvo el agrado de ser invitado por la Fundación Aiken a participar en el curso “Actualización en duelo”. El mismo fue dictado por la psicoterapeuta y docente catalana Alba Payas Puigarnau, quien trabaja en varias instituciones con formación psicoterapéutica y en relación a la temática del duelo.

En dicho curso, se trabajaron conceptos básicos sobre el duelo de forma teórica, luego, realizando prácticas entre los asistentes.

Para quienes trabajamos en el Centro de Asistencia al Suicida, conocer sobre el duelo, sus síntomas, los pensamientos en los que se manifiesta y sobre todo, el cómo poder elaborarlo de forma saludable, es una herramienta fundamental, ya que, las perdidas en sí, forman parte de la vida cotidiana de los consultantes a nuestra Línea telefónica de asistencia a personas en situación de crisis o con ideación suicida.

Muchas veces llega a ser insoportable el grado de angustia con la que una persona tiene que lidiar al enfrentarse con una perdida, tanto una muerte, como una separación y demás situaciones de distanciamiento con lo que ya no está y se anhela; así entonces es necesario expresarse, encontrarse con un otro que escuche y comprenda el dolor.

En este punto encontramos la cuestión que compete a los voluntarios de la Línea de Asistencia al Suicida y a cualquier persona que desee acompañar en el dolor, ¿qué es lo necesario para poder escuchar? y ¿cómo el encuentro desde la escucha puede ser sostén para una persona en situación de duelo?

Primeramente hay que sentirse dispuestos a implicarse emocionalmente para realmente, poder escuchar.

La base de cualquier relación es la confianza, y esta no es la excepción, el doliente transita un momento en que todo lo que conocía y creía ya no está, no hay de donde sostenerse, por lo tanto, es importante hacerle saber que puede contar con otro ser humano, que está ahí, en ese momento, para compartir su dolor. Es importante darle un lugar donde se sienta seguro y respetado, mostrando empatía con su situación, dejándole espacio para expresarse de la forma que puede y valorando cómo lo hace.

La indagación es la principal fuente de información de un relato, ayuda a la persona a poder ordenarse dentro de tanto sufrimiento y a quien escucha a comprender la situación y embeberse de los sentimientos del doliente.

Podemos preguntar en relación a su angustia, a la historia que nos relata, a las sensaciones corporales que lo aquejan y sobre lo que significa para él esta pérdida. La única manera en que las emociones del otro hagan eco en nosotros es sabiendo más sobre su dolor.

Los voluntarios telefónicos están convencidos de que la escucha y la palabra son los instrumentos fundamentales para el comienzo de la sanación. La intención es que el consultante pueda hablar, sin sentirse juzgado respecto a sus sentimientos, expresar la añoranza que siente por lo que perdió y poder evocar sus recuerdos. Es doloroso, pero si se transita en compañía, es el único camino para luego, recordar desde el amor.

Por lo mismo, para todos aquellos que por cualquier circunstancia se encuentren impedidos de encontrar ese espacio de escucha y contención entre sus familiares o amigos, les pedimos que no dejen de buscarlo en un terapeuta, un grupo de ayuda mutua, un religioso o, por supuesto, nuestra línea de asistencia.

 

Las opiniones vertidas en estas notas no necesariamente reflejan posturas oficiales del Centro de Asistencia al Suicida y se publican bajo exclusiva responsabilidad de sus autores.


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