top of page

Actitudes más flexibles mejoran nuestras relaciones y previenen el suicidio


Casi todos los factores protectores de la conducta suicida que menciona la Organización Mundial de la Salud nos hablan directa o indirectamente del medio familiar o social, o de habilidades sociales:

- Buena relación con los miembros de la familia.

- Apoyo de la familia.

- Buenas habilidades sociales.

- Confianza en sí mismo, en su propia situación y logros.

- Búsqueda de ayuda cuando surgen dificultades.

- Búsqueda de consejo cuando hay que elegir opciones importantes.

- Receptividad hacia las experiencias y soluciones de otras personas.

- Receptividad hacia conocimientos nuevos.

- Integración social.

- Buenas relaciones con pares o superiores.

- Apoyo de personas relevantes.

Pareciera que la buena relación con otras personas fuera el antídoto más eficaz contra el suicidio. Sin embargo, ¿que pasa con las personas que no tienen la suerte de contar con relaciones profundas y contenedoras o la habilidad para fomentar buenas relaciones?, ¿se pueden adquirir estas habilidades?, ¿podemos nosotros mismos mejorar nuestras relaciones? La cuestión nos interesa a nosotros desde la prevención del suicidio pero también le interesa a muchísimos investigadores porque una vida con buenas relaciones no solo se vuelve más plena de sentido y aleja los pensamientos suicidas sino que también es mucho más satisfactoria y feliz.

Un metaanálisis publicado recientemente por la British Psychological Society que reúne 174 estudios e involucra a 44.000 personas concluye que la clave para mejorar nuestras relaciones se puede resumir en una sola condición: La flexibilidad psicológica. Ver informe en Infobae.

Lo bueno es que lo que los psicólogos denominan flexibilidad psicológica es un conjunto de actitudes y habilidades que se pueden aprender y entrenar. Para hacerlo deberemos atrevernos a cambiar nuestra mirada hacia lo nuevo o diferente; especialmente hacia todo lo nuevo o diferente que en principio nos disgusta. Las personas psicológicamente flexibles se caracterizan porque:

- Aceptan las experiencias que les toca vivir, sean buenas o malas.

- Intentan ser conscientes del momento presente: disfrutan de los momentos placenteros pero tampoco le escapan a las emociones incómodas.

- Enfrentan las experiencias difíciles sin reflexionar demasiado sobre ellas, no suelen preguntarse, por ejemplo, “¿por qué me tuvo que pasar a mí?”.

- Mantienen una perspectiva amplia frente a la adversidad; en lugar de centrarse solo en el momento presente piensan en sus vidas como un conjunto con momentos buenos y malos.

- Continúan persiguiendo objetivos importantes a pesar de los reveses, por ejemplo al discutir con un amigo no piensan sólo en el tema de conflicto sino, principalmente, en el valor de la amistad.

- Mantienen contacto con valores más profundos, tienen claro que cosas son importantes en la vida y cuales son contingentes.

Nadie nace con estas habilidades y actitudes. Todos, en mayor o menor grado las fuimos aprendiendo y todos las podemos aprender. Solo hace falta ponerlas en práctica. Incorporarlas a nuestras vidas hasta que se vuelvan costumbre. Haciéndolo, no solo mejoraremos nuestra vida de relación sino también la de todos nuestros seres queridos y estaremos forjando una sociedad donde las personas encuentren mayor sentido a sus vidas y el suicidio sea menos probable.

Si usted tiene problemas en su vida de relación que le generan pensamientos suicidas, no deje de llamar a nuestra Línea de Asistencia al Suicida.


 

Las opiniones vertidas en estas notas no necesariamente reflejan posturas oficiales del Centro de Asistencia al Suicida y se publican bajo exclusiva responsabilidad de sus autores.


438 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page